Una de las cosas que más me sorprendieron cuando me topé por primera vez con uno de los libros de Louisa Jones es el constante y fascinante diálogo que crea entre los jardines y el paisaje.
Su particular perspectiva explica que trabajar el jardín es una forma de vivir y disfrutar de un determinado lugar, respondiendo a sus posibles vicisitudes con humildad. Sus 10 claves para diseñar tu jardín resumen a la perfección la esencia de ese diálogo entre jardín y paisaje.
Escritora de numerosos libros, fundamentalmente sobre la Provenza donde reside, Louisa Jones para crear su jardín en el sur de Francia recorrió numerosos jardines de la región. Para su primer libro visitó más de 200, Gardens of Provence (1992). Su libro Mediterranean Gardens. A Model for Good Living es mi favorito.
Este pequeño libro es digno de cualquier biblioteca. Es un libro de bolsillo y su objetivo es enseñarnos el origen y la esencia del jardín mediterráneo y por qué este tipo de jardinería, de clima y de paisaje tiene esa huella tan marcada que lo hace único.
Why I wrote this book.
¿Por qué he escrito este libro? Cualquiera que quiera diseñar y vivir un jardín en el Mediterráneo debe comenzar por plantearse una serie de cuestiones fundamentales. Empezando por la infinidad de posibilidades que hoy en día el mundo de los jardines nos ofrece.
‘Hoy en día todo el que se inicia en la jardinería tiene el mundo a sus pies. ¿Elegirá algo italiano ó japonés? ¿Algo naturalista? ¿Conceptual? Libros y revistas parecen sugerir que uno puede crear el estilo que quiera, en cualquier lugar, siempre que esté dispuesto a pagar por ello.
La jardinería Mediterránea es mucho más que un simple elemento más dentro de una lista. Es una forma de vivir en armonía con la tierra sin efectos artificiales o grandes despilfarros. Nace de la larga relación de los hombres con la tierra, es a la vez frugal y fructífera, sirve múltiples propósitos y ofrece numerosos placeres a lo largo de todo el año.’
Por todo esto, la jardinería mediterránea tal y como la entiende Louisa Jones está en sintonía con nuestra creciente conciencia ecológica, la creatividad individual y la participación ciudadana. Pero por encima de todo, perpetúa una asociación que ha permanecido en pie durante mucho tiempo entre los seres humanos y su entorno, y ha sido testada por milenios en los países del Mediterráneo…
La jardinería mediterránea ofrece modelos viables para un equilibrio exitoso y sostenible entre la humanidad y la tierra.
Los 10 puntos más importante que tienes que tener en cuenta a la hora de diseñar tu jardín.
Louisa Jones sugiere 10 puntos para adaptar la jardinería Mediterránea a otros climas y a las necesidades de hoy en día. Esto es un extracto de su libro, pero también puedes encontrar el texto original en inglés aquí, en su web, junto con otros textos seleccionados por ella misma.
1) Observa la lógica de lugar y tenla en cuenta a la hora de trabajar el jardín: hacia dónde cae la pendiente del terreno, cuáles son los patrones climáticos locales, hay vientos predominantes y/o cuáles son los efecto de las precipitaciones… ¿Qué sucede cuándo llueve o con la escorrentía? ¿Necesita protección contra inundaciones, incendios forestales, terremotos o deslizamientos de tierra? Todas estas precauciones aparentemente obvias pero a menudo desatendidas pueden no sólo ahorrarte mucho dinero pero, sobre todo, pueden asegurar una duradera armonía en tu jardín.
2) Cuando caves o plantes, imagina lo que otros hicieron antes que tú en esta tierra. ¿Hay restos interesantes -árboles viejos, piedras, setos, o algún pozo? O necesitas desbrozar y limpiar, e incluso tal vez lidiar con algún tipo de contaminación presente en el terreno. Piensa en el pasado así como en el futuro de tu parcela, no importa lo pequeña que sea. ¿Qué puedes añadir a su historia?
3) Conoce a la flora y la fauna existente, incluso si se trata de un jardín dentro de una ciudad, y cómo cambia a lo largo de las estaciones. ¿Varían según la exposición, altitud, o la competencia con otras especies? ¿Son algunas de las plantas indicadoras de determinados tipos de suelo? Esto puede ayudarte a saber qué elegir y ahorrar dinero. ¿Qué especies se benefician de tu presencia? Cuando sus objetivos van en contra de los tuyos, puedes prevenir y controlar los daños sin necesidad de erradicar? Evita los estereotipos: muchos pájaros cantores son en realidad más desagradables en su comportamiento que los gatos o las arañas.
4) Resístete al sentimiento de culpabilidad. Si tu jardín respeta otras especies, (incluyendo a tus vecinos!) tienes todo el derecho a defenderte. La jardinería es una alianza pero no un sacrificio. Como dice el ecologista francés Gilles Clément: todos somos depredadores, y todos somos presa. Un jardín es un homenaje a la vida pero la muerte es parte de su ciclo. Las diferentes culturas mediterráneas son raramente sentimentales…
5) Útil vs. ornamental: olvídate de esta obsoleta contradicción. En lugar de ornamental o incluso productivo, piensa en ¡múltiple! No sólo introduciendo un potager (huerto) tan de moda ahora, pero también en la variedad de cosas que puedes cultivar, los usos que hagas de ellos y el lugar en sí, para disfrutar de ellos durante todo el día y todo el año. No sólo cultives el placer de los ojos, cultiva para todos los sentidos.
6) Da rienda suelta a tus impulsos creativos. En la tradición mediterránea, las manos y la cabeza no se oponen, ni tampoco el trabajo manual y la agudeza mental, no es más la artesanía que el ‘Arte’. Los jardines diseñados en torno a un tema predominante no son mejores o peores que los que dependen de la casualidad, los regalos de los vecinos o el cielo. Hay tantos estilos de jardín como poemas o pinturas.
7) Mantén la mente abierta acerca de lo que puede ser un jardín. El Mediterráneo es un entorno en el que conviven codo con codo los jardines de la jet-set, las parcelas de la abuela y humildes huertos. No hay necesidad de envidiar o despreciar a ninguno de ellos. Lo importante es tomar tus propias decisiones, no ser esclavo de la moda. Puede respetar la lógica y el carácter del lugar en que vives y aún así tener un jardín muy personal, tal y como puede ocurrir con tu forma de cocinar.
8) Piensa local: aprovecha lo que tienes a tu alrededor. Recicla de forma creativa, pero elige los materiales, texturas, colores, volúmenes que estén en armonía con tu entorno. Evita la contaminación visual. Y evita también los elementos anónimos sin carácter local, que pueden ser costosos de mantener, como por ejemplo céspedes y ciertos tipos de setos ó borduras. ¿Qué plantas crecen bien en los jardines de tus vecinos o en las inmediaciones más naturales, cuáles son típicos del lugar y se dan bien ya desde hace tiempo?
9) Piensa globalmente: tus decisiones afectan la calidad del agua, del aire y la salud de generaciones futuras. Tú también eres guardián de éste «jardín planetario’. Al igual que cuando cocinas, saca el máximo provecho de los recursos locales pero experimenta también con algo exótico. Diferentes especies se convierten en invasoras en diferentes entornos -consulta con expertos locales-. Visita otros jardines, cerca o lejos, siempre aprenderás algo útil para tu jardín.
10) Piensa slow: tómate tiempo para mirar, oler, saborear y sentir. Mantente abierto a lo inesperado. Asegúrate de que hay lugares para descansar en tu jardín. Túmbate en el suelo cuando las condiciones lo permitan, y deja que un gato te lama los dedos. Aprender a ‘tocar y saborear la paz, el silencio, el tiempo sin medida, todas aquellas cosas, que disfrutadas en su excelencia, pueden transformarte en el ser vivo que nunca sospechaste pudieras llegar a ser!‘ (Jean Giono).
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Imagen destacada: Jardin des Sambucs © Louisa Jones