Es probablemente el término menos conocido y usado de nuestro paisaje mediterráneo. La macchia es originalmente la que rodeó nuestros jardines, y con el tiempo los hizo suyos. Creó la esencia del diseño mediterráneo y su verdadera jardinería. Son aquellas especies por las que nos sentimos indiscutiblemente atraídos y apasionados.
Mochileros y caminantes recorren kilómetros para ver y sentir estos hermosos paisajes mientras otros tienen la suerte de poder construir en ellos su segunda residencia o integrar sus fincas en semejantes vistas y paisajes. En cualquier caso, todavía existe una cicatriz enorme entre el paisaje más allá de nuestras casas y ciudades, y el campo. Triste, ¿no te parece?
El paisaje nos gusta, nos apasiona, pero no conseguimos integrarlo en nuestras ciudades. Será por qué es demasiada complicación pensar a largo plazo, esperar construir un paisaje, o simplemente por falta de conocimiento y ambición. Volver a traer la naturaleza a nuestra puerta implica una concienciación por parte de todos y un compromiso a largo plazo, en una sociedad en la que se vive al «cortoplacismo».
La flora Mediterránea incluye un 10% de todas las especies conocidas, en una área que cubre aproximadamente 1.5% de la masa terrestre. Particularmente ricos son los ecosistemas de plantas agrupadas en el denominado «matorral» y «tomillar». Estos son conocidos como monte bajo y matorral en Francia; gariga y macchia en Italia; xerovuni y phrygana en Grecia.
Van desde sub-arbustos bajos a asociaciones ya de mayor altura en las que se incluyen árboles. Pueden ser dinámicos, y evolucionar bien hacia pastizales o bosques; o en muchos otros casos, el clima y las condiciones del suelo así como la influencia del hombre pueden mantener el paisaje del matorral estable durante siglos.
Normalmente su momento de mayor esplendor es en Abril, y sus formaciones incluyen bulbos, gramíneas, arbustos y árboles.
- Paolo Pejrone Photograph: Clive Nichols.
Qué podemos hacer al respecto. ¿Qué puedes hacer tú?
- Lo primero conocer tu entorno. Y saber qué especies son.
- Por otro lado, no debes tener miedo a utilizarlas tal y como los utiliza la naturaleza.
- Además, no las tendrás que regar tan a menudo (tan sólo durante el primer año hasta que estén bien establecidas). Probablemente, ya las tienes en casa y además las riegas automáticamente desde Primavera hasta Otoño.
Yo diseño porque me gusta que las cosas sucedan y se hagan realidad. Me gusta cambiar lo establecido. Por supuesto esto no es nuevo. Es una cuestión de aprender a leer el paisaje. Todo podemos, todos debemos.
«Aquí tierra y agua parecen esforzarse más,
Sin caos, juntas aplastadas y golpeadas,
Pero como el mundo, armoniosamente confusas:
Dónde el orden en diversidad vemos
Y donde, a pesar de ser todas ellas diferentes, todas están de acuerdo»