Esta entrada no es solamente para alabar las mil y una maravillas de este bellísimo jardín; esta entrada es para que pensamos en el jardín y el entorno en el que realmente nos gustaría vivir.
Es una ventana a tu jardín, a tu patio, a tu parque, es una reflexión al fin y al cabo. Es un ejemplo de estructura, ritmo y juego de luces y sombras que afianzan el claro e inteligente dominio del hombre sobre el mundo sensible.
La Casa de Pilatos en las entrañas de Sevilla es un lugar digno de ser visitado. La casa y el jardín son un ejemplo perfecto de unidad.
Cómo si de un pequeño vergel se tratara se levanta, en el centro histórico de Sevilla, este palacio de estilo gótico mudéjar cuyos hermosos jardines son reflejo de las ideas traídas de Italia durante el Renacimiento.
El jardín está concebido como un espacio al aire libre, una habitación más de la casa, dando luz a la magnificencia del palacio. La casa trasmite sus ritmos al jardín mediante un conjunto de prolongaciones murales, escalinatas y terrazas, que condicionan su función y su carácter. Logias y pórticos se asoman a éste y hacen del jardín una parte inseparable de la casa.
El lenguaje utilizado emana simetrías, fugas, perspectivas, y concentración de líneas visuales. Los paseos son siempre rectilíneos y ortogonales entre sí, compartimentando el jardín con determinismo geométrico y orientando las vistas hacia los puntos interesantes, donde fuentes y motivos decorativos, sabiamente ubicados, rompen la uniformidad de los trazos.
El resultado final es una composición cerrada pero armónicamente organizada, en la que todos y cada uno de los espacios están definidos y nada se deja al azar. La casa y el jardín forman una unidad, un todo.
Las plantas contribuyen a este efecto arquitectónico, asegurando un aspecto permanente y definitivo, de ahí la importancia del uso de plantas perennes. Los arbustos, de follaje menudo, son susceptibles a ser recortados en formas geométricas para constituir setos y los cítricos aparecen con una función puramente ornamental. Se vislumbra la influencia del Romanticismo, de la primera mitad del siglo XIX, por la introducción de plantas exóticas tales como palmeras, magnolias, bouganvilleas y cannas.
Es un maravilloso ejemplo de la estructura de un jardín que está al servicio de la casa, un lugar de conversación y estudio. Un lugar de placer y de uso diario, que seduce a todo el que pasea y se sienta en su regazo. Es un ejemplo estrella de la unidad “casa y jardín”.