Cómo mantener la lavanda en flor y en forma

Si no tienes una lavanda en tu patio o en tu jardín, eres una verdadera excepción. Su fragancia además de ser muy agradable atrae insectos «buenos» a tu jardín. Y aleja a aquellos que no quieres tener cerca (su olor es muy fuerte y ahuyenta bichos que se comen tus plantas). Además hay que sumar que es muy dura, aguanta genial en zonas soleadas y sólo hay que verla en muchas cunetas. Crecen, florecen, y necesitan pocos cuidados y poca agua. Son muy agradecidas.

 

Pero, podar la lavanda es fundamental…

 

En general a todo el mundo le gusta las lavandas, las imágenes del cultivo de lavanda de la Provenza dan la vuelta al mundo. Pero, cuando crecen en el jardín o en un patio, tienden a perder su forma original y compacta, y los tallos se vuelven leñosos. Esto no ocurre en la naturaleza, por lo general viven en condiciones extremas: sequía, suelos poco fértiles, y exposición al sol, al viento y animales varios. Por lo que su sistema tiende a estar en continúo crecimiento y se mantiene compacto para evitar mayor desgaste. De manera que no suelen lignificar de igual manera que en un jardín, donde se encuentran encantadas con un suministro recurrente de agua y de fertilizante. En estas condiciones, crecen, se acomodan y los tallos inferiores tienden a lignificar, porque tienen exceso de todo.

 

Las plantas tienen un objetivo, propagarse, lo que implica florecer y crear semillas que se dispersen. No importan las condiciones: buenas o malas; es lo que hacen, y las flores son sólo la mitad del camino. Una vez florecen, dedicarán toda su energía a hacer crecer estas semillas. Es pura naturaleza. Y una vez que esto ocurre, se acabó el seguir formando flores o nuevos brotes, se acomoda y se lignifica.

 

El truco para evitar que la lavanda se vuelva leñosa y pierda su forma de bola (o simplemente dé más flores), es cortar sus flores inmediatamente después de que hayan terminado la floración y empiecen a «marchitarse». Esto fomentará el crecimiento basal de la planta y la producción de hojas nuevas, que es lo que necesitas si la cultivas como planta aromática. Muchas personas cometen el error de dejar las flores durante demasiado tiempo, por lo que la planta pone toda su energía en la producción de semillas – perfecto para hacer saquitos de lavanda – pero, luego se lignificará y, acabarás teniendo que sustituir la planta.*

 

 

podar la lavanda

 

  • Corta el tallo de las flores incluyendo 2.5cm del brote nuevo (el de ese mismo año), asegurándote de dejar algo del brote verde.

 

  • Una lavanda leñosa necesita ser reemplazada porque los nuevos brotes no crecen en tallos leñosos.

 

PD. Esto se puede decir de casi todas las plantas. Yo, retiro todas las flores marchitas de mis plantas para fomentar la floración y el crecimiento de la planta. NO hace falta utilizar tijeras, simplemente pellizco el tallo por debajo de la flor, o la retiro con cuidado. Cada vez que veas una flor marchita se quita, de manera que se convierte en un mantenimiento continuo y ameno.

 

Referencias:

  • *. No-nonsense container gardening. The secret of growing vegetables, herbs, fruit and flowers in small spaces. Christine Walkden’s. Ed. Simon & Schuster UK Ltd.
  • Royal Horticultural Society

 

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