huerto de flores

Pedazo De Cielo (3): Intriga y dolor de barriga

¡Tan tata Chan!

 

Por fin, tras varios sustos, muchos meses de trabajo, semillar, repicar, plantar… y la expectación y la intriga que siempre dan dolor de barriga, la primavera deslumbró y llegó para quedarse en mi patio.

 

No os voy a engañar, ya estoy pensando en lo que si, y sobre todo, en lo que NO voy a hacer el año que viene. Pero esto e slo que se aprende cuando uno comienza un huerto de flores.

 

Empecemos por lo que SI

 

  • Sí, a las flores. La verdad es que tuve un momento de duda existencial. Arramplo con todo y meto unos árboles, por ejemplo… bueno, pues no. En parte por el engorro, el peso, y que no sé cuanto tiempo estaré por aquí, ahora sí que sí,

 

  • Volveré a semillar flores fijo (ya sé cuáles si y cuáles puede que no)

 

  • Alguna lechuga caerá, que este año mi cosecha se reduce a Cosmos, tomates y dahlias (y tomates pocos).

 

  • Y por lo demás, estoy mucho más contenta de lo que espera… el proceso ha sido arduo (no por dificultad si no por mi mente que vuela y se monta sus propias triquiñuelas), y

 

  • Sí definitivamente necesito buscar más contenedores baratillos… en los que hacer siembre directa para el año que viene.

 

Que NO haré (uff esta lista tiene chicha)

 

  • No semillar tan tarde (Enero a más tardar, hice caso a las instrucciones -adelanté incluso la época un poco, pero no suficiente).

 

  • Semillar directamente en los cajones (repicar es un trabajo de aúpa).

 

  • Controlar densidades (esta año ha sido la juerga padre) -para eso tengo un estupendo Excel pero como si nada-

 

  • Intentar por todos los medios que no se me vuelen las etiquetas de los semilleros o se borren de los contenedores (hubo un momento que no sabía que tenía, que había salido y que no… y por supuesto, sigo igual ahora hasta que florezcan). Luego, tengo que rebuscar y hacerme con unas etiquetas decentes.

 

  • Intentar organizar los cajones para saber qué he puesto y lo que hay antes de la floración, en líneas, por tamaño, y altura (de cajón, ¿verdad? pero me sobrepasó -20 sobres de semillas + dos niñas de 3 años echan por tierra toda la teoría y experiencia adquirida con los años).

 

  • No me quedaré corta con las trepadoras (todavía hay verja que tapar y los jazmines, las bignonias y la bouganvillea van poco a poco).

 

  • Bichos, insectos, marcianos y monstruitos de todos los tamaños y colores no tengo ni idea de que voy a hacer con vosotros. Mi jardín están pequeño que fumigar no tiene sentido, pero reconozco que el jabón fungicida hecho en casa «algo» hizo (pero a mi escala, es aceptable, porque yo cortaba de raíz cuando veía la Torre de Babel en los tallos -hormigas y pulgones muy mala combinación-).

 

Ahora, el resultado me ha dado muchísimo material, para escribir, para diseñar, y para dar muchas ideas. Estoy súper contenta con la experiencia, y el año que viene más. Estoy encantada la verdad.

 

Ahora, no os voy a engañar

 

  • Reviso las plantas cada dos días aprox. La observación es un arte, y ya sé qué poner dónde, a quién le gusta el sol y a quién no… etc. No puedo dejar de repetíroslo.

 

  • Corto las flores secas casi a diario (para que salgan más)

 

  • La única forma de disfrutar de esto es tenerlo en casa (una floración tan espectacular es sin duda para verlo in situ y a diario)

 

  • Ahora, he tenido una lucha a vida muerte contra pulgones de todos los tamaños y colores, caracoles, hormigas, y bueno… los trips me han superado -una pena porque esos malditos son los que se comen (chupan) las flores y las estropean. Pero, una vez que ya todo despuntó ahora esta todo más o menos bajo control (menos los trips). Pero, tuve semanas de día sí y día también de lucha activa. Ahora, no me he sentido jamás tan alegre de ver mariquitas, abejas, arañas, y lagartijas alimentándose y/o viviendo en su pequeño hogar. Lo cierto es que entiendo que, en esos cajones, se debe vivir muy bien.

 

  • El tiempo y la dedicación compensa (¡menos mal!)

 

Aquí os dejo con la galería de fotos, para que veáis de dónde vengo y a dónde voy. Aún queda chicha por salir, hay plantas que son para otoño, y otras que no son anuales y que necesitaran algo más de tiempo para crecer y florecer. Veremos si salen, y si lo veo antes de las vacaciones, y si sobreviven al «frescor» del verano sevillano. Pero, lo que si creo es que conseguiré que mi primavera dure hasta el otoño (crucemos los dedos).

 

Espero que disfrutéis.

 

PD. Parece que sólo hay Cosmos y Dahlias, pero hay más cosas, de verdad. Había unas preciosas salvias rojas, y ahora estamos empezando con las Monardas. Que son bestiales. Estoy segura de que me dará para otro par de entradas. En otoño llegarán más, y cruzo los dedos para que salgan las equináceas y las verbenas.

 

 

Investigar así es un placer…

Esto es sólo el comienzo. Todavía hay mucho que hacer, pero sin duda es un ejercicio imprescindible para conocer qué posibilidades tenemos dentro de un sobre de semillas.

 

Ya cité a Alys Fowler en mi primera entrada:

 

 Uno de los pilares fundamentales para convertirse en un jardinero “ahorrador” es convertirse en maestro sembrador. Existe una promesa de paraíso terrenal en cada sobre de semillas, un pedacito de jardín que en muchos casos suele ser gratis o muy barato. A partir de aquí el mundo del jardín resulta más fácil porque es entonces cuando te das cuenta de estar más cerca de poseer un pedazo de cielo. 

Alys Fowler

 

¿Estáis de acuerdo conmigo? Os reto. El año que viene debéis sembrar. Poner vuestro propio huerto de flores no tiene que ser un dispendio. 

 

Os dejo aquí en enlace a mis dos entradas anteriores de Pedazo de Cielo. A inspirarse toca.

 

 

 

Un abrazo,

 

Marta

 

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