En otra colaboración con el estudio de arquitectura T10 renovamos los jardines del Hotel Oceano en Punta Hidalgo, Tenerife. En un lugar idílico con vistas al mar y unido a menos de 100 metros de éste, el jardín y toda su vegetación tiene un enorme factor limitante: el viento. Viento capaz de aniquilar con el salitre y su fuerza, cada invierno, una buena parte del follaje de árboles y palmeras.
Por otro lado, otra gran limitación era la variedad de planta. Originalmente se buscó planta autóctona, escasa de encontrar en vivero o de limitado desarrollo en producción, por lo que se acabó optando por densificar y proveer de una variedad de planta suculenta entre una vegetación más comercial como son aves del paraíso, gauras, lavandas, bulbines, agapantos, tulbalgias y más crasas.
Antes de empezar con las obras se acondicionó una parcela como vivero temporal, donde se enmacetó cerca de 400 suculentas de diferentes tamaños que luego se reubicaron en el jardín, entre ellas cerca de 100 agaves attenuata, senecios y kalanchoes difíciles de encontrar en producción en la isla.
