Increíble pero cierto. En algunos lugares del mundo se crean concursos para diseñar balcones. Y, en este caso, querían un balcón con muchas flores.
Gracias a un amigo, también paisajista que parece que somos pocos pero no -Gabino sé que me leerás- me presenté al concurso de Balcones del Gardening World Cup en Japón. Y ¡sí! lo construyeron.
El objetivo
En las bases te pedían varias cosas. La fundamental era crear un balcón con muchas flores (el Show dura todo el mes de Octubre -2016-) y que fuera relevante culturalmente para el diseñador, es decir, que tuviera algo de tu país y de tus tradiciones.
Pues bien, como mi ciudad de acogida es Sevilla me dispuse a mandar un balcón con macetas llenas de geranios colgadas de las paredes y la barandilla, helechos y monsteras; el suelo de gravilla -que no la que colocaron- (porque el empedrado se iba de presupuesto) y muchas macetas de terracota. La forja también se iba de presupuesto, pero así quedó. ¡Súper bien!

Para que veáis un poco como fue el proceso yo envié varios planos (plantación y materiales), un texto que lo explicaba y un dibujo a mano alzada.
Si te seleccionaban lo construían ellos y como a priori mis posibilidades de ir a Japón eran escasas no quise complicarme mucho. Al fin y al cabo construir a partir de un plano puede parecer fácil pero no lo es, aunque sea algo tan sencillo siempre hay imprevistos (y lo cierto es que alguna cosa hubiera cambiado) pero a caballo regalado no le mires el diente.
Por otro lado, la verdad es que sólo con tener la oportunidad de estar en el concurso ya era genial, así que no me puedo quejar de nada. Además, finalmente fui y el balcón ya era casi lo de menos.
Lo divertido vino después (la cena de gala, el karaoke, la cantidad de gente que conocí, diseñadores del show, jurado, organización…), pero eso vendrá en otra entrada donde pienso hablar de algunos de los jardines que más me gustaron.
Mi texto (para poneros en situación)
El sur de España es un destino lleno de colores. Las ciudades y sus centros históricos están llenas de patios y balcones llenos de flores -principalmente pelargonium -geranios y gitanillas- en macetas de terracota durante la mayor parte del año.
Espacios pequeños y suntuosos están plantados con plantas tropicales de hojas grandes de diferentes texturas y un montón de flores de colores -fundamentalmente rojos y rosas aunque a estos se le añaden con suma gracia toques de blanco, amarillo y naranja-. De esta manera se crea un espacio fresco con incluso a veces un sutil rumor de agua -quizás un pozo, tal vez una fuente o alberca, que muchas veces sólo se ve, y que raramente está en uso.
Estos lugares sorprenden al visitante invitado a entrar a través de pequeñas puertas que dan a un patio central, abierto y rodeado de galerías o balcones. En ellos uno encuentra cobijo de las altas temperaturas y en donde la noche cae hermosa desde la primavera hasta el otoño.
Aquí sus dueños se dejan llevar por la fresca, el color, la vegetación y la abundancia, descansar del ajetreado día y pasar largas noches de verano.
Los planos y el croquis a mano alzada
Aquí os dejo lo que yo propuse pero la realidad es que luego tuvieron que amoldarse a las plantas y materiales que tenían -y más de una cosilla no coincide con lo que propuse, pero eso es lo de menos, además de ser lo normal en casi toda obra-. Y, no me puedo quejar porque realmente me pusieron a mi todas las plantas.



Y, algunas fotos más.




