marta puig

Un patio en la Mancha

En 2016 diseñé un patio de 90 metros cuadrados en Villarta de San Juan, Ciudad Real. La primera vez que lo vi estaban restaurando la casa y el patio estaba abarrotado. Era un patio sin nada. Un patio de trabajo con suelo de hormigón continúo y agrietado por los años.

 

 

En ese mismo primer viaje paramos a ver el Parador de Almagro. Con patios solados de piedra de Almagro, mármol travertino y empedrados de la zona. Con albercas, jazmines, higueras

 

La casa se iba a pintar fiel a los colores de la Mancha: paredes blancas y zócalos altos azul añil. Tenía sentido empedrar. Había que tener una pérgola y una alberca en el centro. Y no podía faltar adornarlo con frutales. Reminiscencias de huertos cerrados.

 

El albañil era un genio. Joven, despierto, no había hecho un empedrado en su vida. Et voilá! Siguió todos los planos, las acabados, los detalles, las jardineras, todo al pie de la letra y si no me llamaba y comentábamos la jugada -fotos, opiniones, decisiones-. Lo dicho, si tengo otro jardín en Ciudad Real lo contrato. La delicadeza de un diseño no sirve si no lo ejecuta alguien con ganas de hacerlo realidad.

 

Pérgola y Alberca

La pérgola es hiper sencilla, pilares y mallazo hecha por el herrero del pueblo sin mucho dolor de cabeza. Ésta tiene que esperar a cubrirse de glicinias y parra. La primavera llegará con sus flores en racimos, cubrirá con hojas finas y de un color verde claro al trasluz y mientras las hojas de la parra -más duras- irán espesando para arrancar el calor y ofrecer su frescor en verano. En otoño la parra se pondrá roja y granate, mientras las hojas poco a poco van cayendo. Es una pérgola al estilo romano -salvo que ésta no da uvas-.

 

Por otro lado, la alberca central azul añil en el exterior se corona con mármol travertino -misma piedra que da la bienvenida en los porches y suela la pérgola-. Y en su interior un gris espera la llegada del agua para conseguir ese color estanque y el reflejo del cielo. Además tiene un caño en el centro -en principio una bola de latón- que ha acabado en rana.

 

Empedrados y acabados

Finalmente el empedrado se redujo. Una cenefa de color negro remarca jardineras, alcorques, pérgola, fuente y porches. Y en el interior un empedrado de color natural une pérgola y fuente en su eje central. El resto del patio se cubrió de gravilla -para reducir costes-.

Los porches se solaron con mármol travertino, así como el suelo de la pérgola que además tenía un estrecho banco corrido para colocar macetas y hacer de asiento.

 

Las plantas

Las higueras eran una de las mejores elecciones porque tienen las hojas grandes y oscuras, perfectas para tapar el sol del infierno que cae en pleno verano. El patio se coronará con sus amplias copas abiertas dando techo. Además de dar muchos higos.

Los muros y fachadas se cubren de jazmín trepadortrachelospermum jasminoides– . Lleno de aroma para finales de la primavera comienzos del verano. Siempre-verde jugará con los blancos y añiles de las paredes. En los porches un rosal trepador deberá tocar cumbre.

El resto lavandas y romeros. Más un olivo y un granado. Y finalmente se colocan las macetas de terracota -hechas a mano-.

 

Instalaciones

Todas las higueras llevan su propia iluminación, de manera que por las noches su copa -una vez crecida- se ilumine. Las paredes se iluminan con faroles y el resto de la plantación con focos.

El riego es por goteo. Anillos vistos rodean las higueras y el resto con líneas de goteo. Las lavandas y romeros una vez crecidas poco agua necesitarán. Olivo, granado e higueras una vez adaptadas -y tras el primer verano- con unos riegos de apoyo cuando el calor más apriete crecerán hermosas.

 

Los trabajos comenzaron antes del verano, continuaron después y se plantó en Octubre. Las macetas -diseñadas por mi- llegaron pasadas las Navidades.

 

Espero con ganas las fotos ya no de ésta, si no de la primavera de 2018.

 

Todas las Fotos ©Marta Puig

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